Si nos centramos en la seguridad en nuestro ámbito de vida más cercano (el del barrio, el de la ciudad) y la pensamos como pensamos las polÃticas públicas, dirigidas a imponer el orden establecido, o lo que es lo mismo: a contener y reprimir las consecuencias derivadas de las polÃticas neoliberales. La seguridad equivale a policÃa, a coacciones, a sanciones, a multas…. Este es el aspecto represivo al que las fuerzas sociales más emancipadoras se han opuesto con razón. Para la derecha, la violencia institucional como dispositivo de imposición de una paz social de fachada en un paisaje cada vez más sembrado de desigualdades e injusticias, las de la ciudad neoliberal, es, sencillamente, lo que hay que hacer.