¿Por qué, tras más de cuarenta años ignorando su existencia, de pronto las administraciones tienen tanto interés en «solucionar» el problema de la Cañada Real Galiana?
Desde hace un año, la Comunidad de Madrid vigila la Cañada mediante patrullas de agentes forestales, para evitar que se produzcan nuevas ocupaciones de la vÃa pecuaria en el marco del denominado «Plan de Reforzamiento para la Vigilancia de la Cañada Real Galiana». Además, desde mayo de 2007 el Ayuntamiento de Madrid ha llevado a cabo numerosos derribos de viviendas, aduciendo que se encontraban vacÃas, con el objetivo de impedir que el asentamiento siga consolidándose.
¿Por qué este repentino interés? Este lugar, hasta ahora invisible para los poderes públicos, ha pasado de pronto a estar situado en el centro del mapa. No parece que hayan sido los graves problemas que sufren los habitantes de la Cañada los que han hecho que las administraciones se preocupen por lo que allà está pasando (puesto que era una situación de sobra conocida y consolidada). Si la Cañada interesa ahora es porque hasta ella ha llegado, en forma de PAU de El Cañaveral, el «desarrollo» de la ciudad, la máquina inmobiliaria, la niña mimada de nuestras administraciones públicas.
La geometrÃa pulcra y homogénea de este PAU, impresa en el territorio a golpe de excavadora, ha llegado hasta el territorio orgánico y sedimentado de la Cañada. Después de tantos años mirando hacia otro lado, la ciudad ya no puede ignorar la existencia de este lugar al margen de su ley. Y como única solución, se propone arrasarlo hasta que no quede rastro ni memoria de su existencia.
(Imágenes de Google Maps y Live Search Maps, 2008)